El Tajín: Un vuelo para comunicarse con los dioses
30 enero, 2025
Recorrí en 2013 por primera vez la ciudad sagrada de El Tajín, ahora en mi regreso en 2025 encontré intocable la magia totonaca aunque cuando los vendedores ambulantes cada vez ganan más espacio y los turistas pareciera ser que están perdiendo presencia.
Por David Dorantes
PAPANTLA, Veracruz.- Volver una vez más al mítico centro sagrado del periodo Epiclásico Mesoamericano, fue reencontrar un espacio de tranquilidad protegida por la abundante vegetación de la selva veracruzana que hacen empequeñecer a cualquier ceiba por más antigua que está sea. El Tajín es un sitio digno para hacer unos #Andares hacia el interior del ser, por su belleza arquitectónica, y la paz del entorno que envuelven la forma de comunicarse con los dioses.
Hace 13 años todavía se podía subir a las pirámides del complejo, recuerdo contemplar el atardecer sentado desde la parte alta de una de las pirámides contiguas a la Pirámide de los Nichos, esa que cada nicho sirve para contar los días del año como una especie de calendario monumental. Aun cuando había más personas de idiomas tan diferentes, ninguna rompía con la paz del entorno, ni mi tranquilidad que requería en ese momento de mi vida. Ahora, eso ya cambió: no está permitido subir a ninguna construcción que data desde el siglo I Después de Cristo (D.C.). Sin embargo, recuerdo que en aquél tiempo había una pequeña manifestación de los trabajadores, y nula era la presencia de los vendedores ambulantes, caso contrario ahora es que la manifestación ya se quedó instalada, ahora sumado el área de museo por falta de presupuesto federal, y el ambulantaje pasa la línea de acceso principal.
Un recorrido entre niebla y la magia
Habíamos salido muy temprano desde Placetas, comunidad perteneciente a Ixcatepec, Veracruz, así que para la tarde en la región de Papantla ya empezaba a caer la húmedad, misma que alimenta el aroma a tierra mojada y potencializa el aroma a vainilla que se produce en la zona. Sí, era más que emblemático, era mágico observar que el cambio le brindaba otra vestidura al que algunos creen que fue un poderoso señorío totonaca y otros consideran su génesis gracias a la cosmogonía teotihuacana, sea como sea, el imperio Totonaca sentó sus huestes ahí.
En un tiempo reciente el complejo histórico ha sido recinto de conciertos, que más allá que generó una atracción turística dejando una considerable derrama económica que ha fluctuado entre los cien y los mil millones de pesos anuales, siempre ha existido un ala de magia que mueven a las comunidades holísticas internacionales ¿y cómo no? desde que entras vas descubriendo de poco en poco la grandeza del lugar sagrado, como si fuera una muñeca matrioshka de la arquitectura.
Si bien, el complejo de pirámides que en algún tiempo fue el centro de la gran urbe de los totonacas, tiene una magia única que no alcanza en ocultar realidades como los estragos de los que ocasión el paso del Huracán Grace que destrozó una parte de la residencias de una pirámide, así como el acto de vandalismo que culminaría con un incendio, sin mencionar la protesta permanente del personal sindicalizado del parque histórico.
¿Cómo llegar a El Tajín?
Es importante destacar que no existen vuelos comerciales que aterricen en Papantla, Veracruz, por lo que la opción más cercana es el Aeropuerto Internacional de Puebla, pero resulta que no es una buena opción por que por el costo pudiera fluctuar desde los tres mil pesos hasta casi cerca de los 30 mil pesos solo en vuelos.
Por lo anterior, la mejor opción es tomar un autobús o vehículo, que así fue el caso de mis #Andares y te comparto aquí mi tabla:
Ya regresarán mis #Andares esperando que no pasen otros 13 años más para adentrarse a la región de la vainilla, voladores de Papantla, y las enigmáticas pirámides de El Tajín.
Hasta aquí la bitácora de mis #Andares que iniciaron saliendo en una madrugada, con mi fiel caballero plateado motorizado desde Monterrey, Nuevo León, cruzando Tamaulipas, pasando por Tantoyuca, Ixcatepec, Placetas, hasta llegar a Papantla, Veracruz. Soy David Dorantes, solo vivo para ser feliz, acompáñame en mis siguientes Andares.
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Tiene Premio Nacional de Periodismo, Premio Trayectoria en Comunicación por el Senado de México, es Becario del Departamento de Estado en Estados Unidos.