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Guachochi: supera al Chepe como el verdadero corazón de la sierra Tarahumara

Es uno de los municipios más importantes en el territorio de la nación rarámuri o tarahumara, asentado en la Sierra Madre Occidental con casi 20 mil habitantes principalmente indígenas.
 
Por David Dorantes
GUACHOCHI, Chihuahua.- Pensar en Chihuahua como un punto de destino turístico, es pensar en el afamado tren del Chepe, y con ello su ciudad sede que se llama Ojinaga donde parte el recorrido ferroviario que concluye en el puerto de Topolobampo, Sinaloa; sin embargo, para mi gusto, el municipio de Ojinaga o del Chepe, no es tan grande, ni tan hermoso, ni tan impresionante, como el municipio de Guachochi, por ello es una aventura digna de vivirse, tal como lo hicieron mis Andares que hoy les comparto.
 

 
Mi travesía inició saliendo de la ciudad mundialista de Guadalupe, en el estado de Nuevo León, mencionó mundialista, porque precisamente ahí es donde se realizará más de diez partidos de fútbol en el mundial de fútbol de 2026, que se realizará entre México, Estados Unidos y Canadá. Salí una mañana muy temprano en mi vehículo desde Guadalupe, Nuevo León, rumbo a Chihuahua, capital del estado grande de México; un recorrido por carretera que me llevó diez horas, de ocho horas que cualquier otro avezado conductor hubiera realizado.
 

Ya una vez arribando a la capital de Chihuahua al día siguiente por la mañana muy temprano, también por carretera, salí rumbo a la Sierra Tarahumara, en esta ocasión con destino a Guachochi; cabe mencionar que hay dos tipos de trayectos carreteros para llegar a ese destino, la más conocida para el tráfico de turistas, y otra que es la menos transitada por el turista, pero que es la más bella y esa fue la que tomé, pasando por comunidades que parecen ser imágenes arrancadas de las películas pueblerinas de Estados Unidos, e incluso existe un hotel dentro de una cueva en la que estuvo viviendo mucho tiempo el revolucionario Pancho Villa, continuando el camino más adelante empieza la belleza del bosque que rodea Guachochi.

 

 

Una vez llegado a la población pequeña de Guachochi, que se caracteriza por su agricultura, ganadería, pero sobre todo, por la gran cantidad de indígenas, tarahumaras o rarámuris, de la cual surge la gran multipremiada corredora internacional, Lorena, índigena rarámuri de la que Netflix hizo un documental sobre su vida y trayectoria deportiva. Cabe destacar que la fortuna de la vida me llevó a trabajar con ella para darle coaching ante la exposición pública que estaba siendo sometida.

 

Para iniciar estos Andares, fue una gran descubrimiento, conocer una cascada enorme que está en el corazón de la ciudad, en el centro del municipio de Guachochi, algunos lugareños le llaman “El Salto” y otros “La Cascada”, aunque para los lugareños no es la gran novedad, uno como viajero me resultó un lugar de esparcimiento, maravilloso, y refrescante, como para el descanso de las ideas.

 

 

De ahí me trasladé para pernoctar en las cabañas “Los Tepehuanes”, que está justo en una de las barrancas que tiene esa región de Guachochi. Estas cabañas están dentro de un bosque en el que para mí sorpresa un oso Pardo en la noche estuvo rascando la puerta de mi cabaña; ya en la mañana siguiente, amanecí ya sin para mí el susto de de un oso, pero si rodeado de vacas color negro, de ahí, empecé mi travesía para ir a la madre de todas las barrancas: La Sinforosa.

 

 
La Sinforosa es conocida, así como la barranca de toda la madre de todas las barrancas por su profundidad y enorme distancia que cubre. Recuerdo la última impresión que yo tuve de unas barrancas fue en el cañón del Colorado, sin embargo, están muy distantes entre un relieve y otro del cañón del Colorado, y en Guachochi están muy pegados los relieves tanto que generan vértigo al asomar la vista desde su mirador público al entrar al Parque Nacional de La Sinforosa; pero lo que más me impactó fue ver observar a la distancia como los indígenas, rarámuris, bajan corriendo desde un lado de la barranca para ir a comprar sus enseres domésticos, una travesía que les puede llevar hasta 72 horas, corriendo, bajando y subiendo la barranca, con tan sólo huaraches de cuero y con temperaturas que llegan a descender hasta los 15° bajo cero.

¿Qué es La Sinforosa?

 
 
Por toda la experiencia que vivieron mis Andares en Guachochi, me resultó inevitable en mi encuentro con el presidente municipal de esa población, que es mayormente indígena, oportunidad en la que le dije que “Guachochi es realmente el corazón de la Sierra Tarahumara”, un término que ya han acuñada tres Gobiernos Municipales seguidos, así como la gente oriunda de Guachochi que promueven la atracción turística a ese hermoso rincón chihuahuense. Por ello afirmo, que en realidad Ojinaga o el Chepe se queda pequeño en comparación de la magnitud, belleza y encanto que tiene Guachochi, un lugar que sin duda para visitar, recomiendo mucho más que el tan afamado punto de partida del tren del Chepe.
 
 
Al salir de esa región tarahumara dejé atrás un sin fin de experiencias, amigos innumerables como Hugo, Pepe, Wbaldo, Daniel, Ricardo, Flor, Silvia, y muchos más, pero sobretodo me quedé con recuerdos capturados por imágenes hermosas del Corazón de la Sierra Tarahumara: Guachochi.
 
 
Está es la bitácora de mis #Andares que iniciaron saliendo en una madrugada, con mi fiel caballero plateado motorizado desde Guadalupe, Nuevo Leó, subiendo hacia la Sierra Tarahumara de Guachochi, Chihuahua. Soy David Dorantes, solo vivo para ser feliz, acompáñame en mis siguientes Andares.
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Andares, David Dorantes, Huicholes, Huicholes del Nayar, Sierra

David Dorantes

Conferencista, coach y consultor en comunicación.

Tiene Premio Nacional de Periodismo, Premio Trayectoria en Comunicación por el Senado de México, es Becario del Departamento de Estado en Estados Unidos.

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