
Aquel día que trabajé con Chabelo
APUNTES DE COMUNICACIÓN
POR DAVID DORANTES
Quien me conoce sabe que no regalo halagos infundados, al igual que al morir una persona difícilmente expresaré la típica frase tan desgastada “era muy buena persona”. Hoy que trasciende a otro plano astral Xavier López, más conocido como Chabelo, solo viene a mi mente aquel día en Televisa San Ángel cuando trabajé con él, y cómo ese encuentro tan efímero tuvo una profunda repercusión en mi forma de actuar diariamente frente a diversos equipos dentro de los medios de comunicación.
Con la finalidad de tener una formación integral sobre la televisión, gracias a don Ángel Álvarez Ibarra fui asignado con Juan Herrera en Televisa San Ángel para la producción del Foro 6; sin embargo, por una travesura del destino y de Cuauhtémoc Ibarra dos semanas antes de mi entrada al equipo del foro donde albergaba la telenovela “Mágica Juventud” producida por Emilio Larrosa, estuve metido en tres telenovelas qué absorbieron todo mi tiempo, casi hasta mi salud.
Ya estando consagrado en “Mágica Juventud” en la tercera semana de diciembre, la producción marchaba como reloj suizo, algo que vino a bien para mi salud, pues los llamados eran en horarios normales, con tiempo para las comidas, hasta para divertirnos entre técnicos, así como las bromas que nos gastaban Francisco Ibáñez y Pedro Romo, ambos del trío de comediantes “Pedro, Pablo, Paco” conocidos en los 90´s por la serie de películas “La Risa en Vacaciones”.
Como la producción de “Mágica Juventud” iba en tiempo, no se grababan los sábados por lo que Juan Herrera me asignó al Foro contiguo donde se producía “El Chavo de 8”, pero me negué rotundamente porque ya había visto cosas no agradables –qué en otra oportunidad, quizás, las comparta en unos Apuntes– y los mismos compañeros platicaban entre los pasillos. Así fue por lo que me asignó a “En Familia con Chabelo”, diciéndome “Ya está completa la producción de Chabelo, preséntate en el Foro, firmas por sí falta alguien te quedas o ahí tú ves sí te quieres quedar. Eso sí Chabelo es muy exigente, pero vas a aprender porque él es uno de nosotros”.
Me presenté en Televisa San Ángel, a las 9:00 am del sábado, 19 de diciembre de 1992, para la grabación que iniciaría a las 11:00 am del programa que se transmitiría en directo el domingo, tal como lo hiciera Xavier López durante casi 48 años, en ocasiones en vivo y en otras era grabado en directo como fue el caso cuando me tocó trabajar ese día. Ya había firmado mi asistencia con la delegada del SITATYR, entre que ayudé un poco a los compañeros, uno que me conocía de otra producción empezó a hacerme platica caminando detrás de la escenografía, enfrente ya estaba lleno el auditorio de las familias que participarían en el programa de juegos, nos salimos por la enorme puerta de fierro del foro que lo aislaba del exterior. Ya afuera estábamos muchos con nuestras chamarras amarillas que caracterizaba a la Televisa de los noventas, cuando se abren todos como en una especie de formación no oficial, para que llegará una potente motocicleta que se paró a mi lado, levanté la mirada para darme cuenta que era Chabelo, ya en su overol de pantaloncillos cortos, voltea a un extremo para dar sus llaves a su asistente, cuando voltea al lado contrario, me mira diciéndome “hijo, abre la caja de atrás, saca la bolsa de dulces para que se lo repartas a tus compañeros”. Acostumbrado a escuchar desde mi infancia a Chabelo, me sorprendió conocer la voz de Xavier, profunda como locutor de la XEW, mi sorpresa fue porque en ese entonces no era tan conocida su verdadera voz.
“Él es uno de nosotros” fue la expresión que usó Juan Herrera para referirse de Xavier López, algo que no me extraño porque crecí profesionalmente entre los fundadores de la televisión mexicana, más allá de sus conversaciones, las fotografías que me mostraron los ingenieros Rubén López Rubio, Rubén Ruelas quien fue vicepresidente de Televisa, hasta “El Abuelo”, en esas salía el jovencito Xavier como parte de los técnicos que hacían las primeras producciones televisivas antes de que naciera Televisa. Por ello era tan exigente en la producción de “En Familia con Chabelo”, porque nunca dejó de ser un técnico y conocía cada proceso para producir un programa.
Xavier era duro y exigente, pero al mismo tiempo era solidario y muy humano. Nunca supe donde terminaba Xavier y donde empezaba Chabelo, pero sí aprendí cuando dejaba al técnico antes que se “abrieran” las puertas en el opening de “En Familia con Chabelo”, se persignaba y ahí se metía el personaje del conductor. El Xavier López que yo conocí era sencillo, humilde, pero sobre todo siempre valoró públicamente a los técnicos de producción. Hoy comprendo que ese encuentro tan efímero tuvo profunda repercusión en mi forma de actuar diariamente, hoy entendí que, en el maravilloso mundo de la comunicación, así como en la vida, no es tan importante llegar, sino mantenerse y ese fue el Chabelo de más de seis décadas, que supo mantenerse contra viento y marea. ¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com
David Dorantes es conferencista, coach y consultor en comunicación.
Tiene Premio Nacional de Periodismo, Premio Trayectoria en Comunicación por el Senado de México, es Becario del Departamento de Estado en Estados Unidos con cobertura en Washington de las elecciones de Barack Obama